martes, 9 de diciembre de 2014

lunes, 8 de diciembre de 2014

LOS MOVIMIENTOS SOCIALES CHILENOS HOY EN DIA.....

En los últimos años han proliferado una serie de movimientos sociales que han estallado, claro está que existen algunos que poseen larga data en nuestro país como hemos estudiado, como el movimiento obrero y el movimiento estudiantil, los cuales con altas y bajas se han mantenido relativamente constante a lo largo del Siglo XX. Llegamos al siglo XXI con una fuerza por parte al menos de este ultimo que desde el año 2006 ya daba fuertes remezones a los ministros de turno en el denominado "movimiento pinguino".

Pero no solo estos movimientos más tradicionales han dado que hablar en el que hacer político de nuestro país, en el último tiempo también han aparecido las asambleas ciudadanas en Magallanes, Aysén y Calama,   en las cuales han debido hacerse cargo de demandas locales, especificas e inmediatas. Ahora también por otro lado  tenemos otro movimiento con larga data histórica como lo que ocurre con las reivindicaciones Mapuches. Por otro lado podemos sumar a las demandas de carácter Ecologistas que están estrechamente vinculado a zonas especificas y lineamientos empresariales determinados, como la instalación de hidroeléctricas o proyectos sin conciencia ecológica sustentable.

                           

                          


                               



domingo, 7 de diciembre de 2014

Movimientos Sociales En La Decada Del 30




Durante la crisis de 1925-1932, la ciudadanía salió a la calle para expresar sus ideas políticas y cada vez con mayor frecuencia se organizó diversos movimientos sociales y partidos políticos. Esto no cambió con la llegada de Alessandri por segunda vez a la Moneda, debido a que estos nuevos actores ya se habían ganado un importante espacio en la vida política del país, la que dejaba de estar centrada exclusivamente en los partidos tradicionales. En gran medida, la agitación civil era producto de la crisis económica, pero los movimientos sociales y partidos políticos que emergieron en la década de 1930 tenían conciencia de su rol e importancia en el nuevo escenario político que se abrió con las elecciones de 1932.

En las diversas épocas los ciudadanos se expresan de manera diferente. En el periodo de 1932-1938, la población salió a expresar sus opiniones respecto del acontecer nacional, canalizando sus inquietudes ya sea a través de movimientos sociales y en nuevas organizaciones políticas. Dentro de los movimientos sociales que destacan en esta década encontramos:

El movimiento estudiantil: la gran demanda histórica de los universitarios era reformar la universidad, y junto con ello, transformarse en protagonistas de esa reforma y de la institucionalizón universitaria que surgiera de ella. Lo nuevo de la década de 1930, es que el movimiento universitario ya no era dirigido por estudiantes anarquistas, como en la década de 1920, sino por militantes de las juventudes políticas de los distintos partidos. La misma existencia de estas juventudes, en lenguaje político, demostraba la importancia que había adquirido el movimiento universitario: los partidos consideraban ahora a la juventud universitaria, como un sujeto político relevante. Sobresalían entre estos movimientos estudiantiles elgrupo Avance, una sección del Partido Comunista, liderado por Julio Barrenechea; y el grupo Renovación, que agrupaba a jóvenes social cristianos ligados a los partidos más tradicionales, liderados por Bernardo Leighton. Ambos grupos coincidieron en 1932 en una Comisión de la Reforma, que propuso un congreso universitario para estudiar cambios a la institucionalidad. Si bien solo participaron estudiantes, el congreso redactó un documento que se entregó al gobierno de Montero, quien prometió darle curso en el Parlamento. Entre otras cosas, el proyecto planteaba “contribuir a la creación y mantenimiento de universidades para obreros, dilucidar los problemas económicos, sociales, políticos y morales, y colaborar en el conocimiento, utilización y desarrollo de la riqueza social.” A pesar de la nobleza implícita en estos ideales, el proyecto nunca vio la luz, debido a la crisis política de 1932. 


El movimiento obrero: En el despertar de la década de 1930, el movimiento obrero estaba dividido y en crisis, debido a la sindicalización legal, que inicialmente fue rechazada por comunistas y anarquistas, mientras que una mayoría de obreros la apoyó. Por su parte, inspirado por el corporativismo, el gobierno de Carlos Ibáñez había intentado controlar el movimiento obrero, fundando en 1930, la Confederación de Sindicatos de Chile, liderada por Carlos Olguín, un dirigente panadero, y más tarde, la Unión General de Obreros y Empleados de Chile. Sin embargo, pese a los esfuerzos del Gobierno por controlar al movimiento, este se convirtió en un factor de su caída. Durante el gobierno de Alessandri, la agitación social y las huelgas estuvieron a punto de desestabilizar al gobierno en 1933, lo que llevó al mandatario a solicitar al Congreso facultades extraordinarias. En 1935 se desarrolló una seguidilla de huelgas, las cuales tuvieron a los trabajadores ferroviarios como sus principales protagonistas. Debido a su carácter estratégico (el ferrocarril era el principal medio de transporte del país), una vez más vez el Gobierno solicitó facultades extraordinarias para poner freno a las huelgas mediante la represión. Pese a los métodos represivos empleados, el movimiento ferroviario contribuyó enormemente a la fundación, a fines de 1936, de la Confederación de Trabajadores de Chile (CTCH), una central única, capaz de coordinar las movilizaciones y demandas de todos los trabajadores de Chile, que durante 1937 suscribió a la alianza de centro izquierda llamada Frente Popular.

Obreros Agrupados en la CTCH


El movimiento sufragista femenino: Desde el año 1934, en que se dictó la ley sobre Organización y Atribuciones de las Municipalidades, las mujeres pudieron votar en las elecciones municipales, previa inscripción en los Registros Electorales, pudiendo elegir y ser elegidas. Al mismo tiempo de significar un avance democrático, fue el resultado de casi dos décadas de presión del movimiento feminista, y especialmente de la revista Acción Femenina, que desde mediados de la década de 1920 insistía en el voto municipal, la educación mixta y la formación profesional como deberes y obligaciones del Estado.
Tras el logro del voto municipal, en 1935 nació el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), tal vez la organización más poderosa de esta época, conducida por brillantes dirigentes de la talla de Elena Caffarena, Marta Vergara y Olga Poblete. Por primera vez en su historia, el movimiento feminista logró superar las diferencias propias entre las mujeres de la aristocracia, las de sectores medios y obreras. Esta unidad en el programa y en la acción, se manifestó en la aparición de una revista de título sugerente: “La Mujer Nueva”, que planteó una serie de propuestas para mejorar la situación política, económica y social de las mujeres chilenas, al paso que criticaba los modelos y estereotipos de la mujer-objeto, o la mujer-sujeto pasivo, difundida en aquellos años dentro de la clase política chilena.
El MEMCH fue el primer movimiento femenino que formó parte de una coalición política: el Frente Popular, en 1938, aprobó por unanimidad la invitación a esta organización a formar parte de sus filas y Caffarena fue designada secretaria del Comité de la Candidatura presidencial de Pedro Aguirre Cerda.

           
              Afiche del movimiento feminista                               

  
                                                                Elena Caffarena


Masacre de la Escuela Santa María de Iquique

Los sucesos que culminaron en la trágica masacre de la Escuela Santa María de Iquique, el 21 de diciembre de 1907, constituyeron unos de los hitos más emblemáticos del movimiento obrero chileno. La mediación del gobierno durante la huelga...

Benditas víctimas que bajaron

desde la pampa llenas de fe
y a su llegada lo que escucharon
voz de metralla tan solo fue



Canto a la Pampa, Francisco Pezoa Véliz
Los sucesos que culminaron en la trágica masacre de la Escuela Santa María de Iquique, el 21 de diciembre de 1907, constituyeron unos de los hitos más emblemáticos del movimiento obrero chileno. La mediación del gobierno durante la huelga, su masividad y su fatal desenlace, le dieron una especial connotación al conflicto, además de afectar profundamente la actividad salitrera y de provocar un fuerte impacto en la época, reflejado en la extraordinaria difusión de los acontecimientos en la prensa.
Aunque el movimiento obrero ya se había visto afectado por otros conflictos que culminaron en sangrientos incidentes como la huelga portuaria de Valparaíso en 1903 y la huelga de la carne en 1905, la singularidadque revistieron los hechos de 1907 le otorgó una relevancia que no tiene equivalencia. Este suceso se convirtió en un símbolo de la lucha social y del "martirio" que caracterizó a la historia popular del siglo XX, además ser un referente para muchos intelectuales y artistas que lo transformaron en tema de estudio y deexpresión estética que contribuyeron a preservar la cultura obrera en la memoria colectiva del país.
Pese a que desde principios de 1907, Iquique se encontraba convulsionado por una serie de conflictos debido a la fuerte devaluación del peso y la consiguiente alza de precios, la huelga salitrera propiamente tal, estalló el 10 de diciembre en la oficina San Lorenzo, extendiéndose rápidamente a todo el cantón de San Antonio. Cinco días después, una columna de más de dos mil obreros caminó a Iquique en demanda de mejoras salariales y laborales, bajo la firme decisión de permanecer allí hasta que las compañías salitreras dieran respuesta a sus peticiones. Con el correr de los días la situación se agravó. Mientras que numerosos gremios de Iquique se sumaron al movimiento huelguístico, todos los cantones salitreros se plegaron al paro y, periódicamente, nuevos contingentes de mineros llegaban a la ciudad. Según estimaciones de la época, las cifras de huelguistas oscilaban entre 15 mil a 23 mil personas, lo que implicó que tanto las actividades del puerto, como la producción minera de toda la región, quedaran paralizadas por completo.
El rechazo de las compañías a negociar mientras no se reanudaran las labores, hizo que intervención estatal fuera confrontacional. El ministro del Interior Rafael Sotomayor ordenó restringir las libertades de reunión e impedir por cualquier medio el arribo de nuevos huelguistas a Iquique y el intendente Carlos Eastman decretó restricciones a la libertad de tránsito y ordenó a los huelguistas a abandonar la ciudad el 21 de diciembre, amenanzando con aplicar la fuerza si era necesario. Para entonces, el puerto ya se hallaba resguardado por una numerosa tropa de línea y tres buques de guerra.
Ante la negativa de los huelguistas a desalojar la Escuela Santa María, en donde permanecían desde hacía una semana, el 21 de diciembre el general Roberto Silva Renard ordenó a sus tropas hacer fuego en contra de la multitud. Según testigos, más de 200 cadáveres quedaron tendidos en la Plaza Montt y entre 200 y 400 heridos fueron trasladados a hospitales, de los cuales más de noventa murieron esa misma noche. Los sobrevivientes fueron enviados de regreso a las oficinas o embarcados a Valparaíso.
Las consecuencias de la masacre no se hicieron esperar. La notoriedad pública que alcanzaron los hechos logró conmover a varios intelectuales y políticos, convenciéndolos de la necesidad de abrir el debate sobre la cuestión social, mientras los sectores populares organizados reformularon sus propias estrategias a la luz de las enseñanzas que extrajeron de la tragedia.

Trabajadores de las salitreras en la 1a. Comisaría

Escuela Santa María de Iquique, hacia 1907


VIDEO:

viernes, 5 de diciembre de 2014

 

     Entrevista al historiador Gabriel Salazar sobre los movimientos  sociales en Chile.



Fotografias de los priemeros movimientos sociales



Intendente dirigiéndose a huelguistas, 16 de mayo de 1903

Intendente dirigiéndose a huelguistas, 16 de mayo de 1903


Huelga a favor del abaratamiento de los artículos de consumo, noviembre de 1918

Huelga a favor del abaratamiento de los artículos de consumo, noviembre de 1918

Concentración de obreros, hacia 1900

Concentración de obreros, hacia 1900

Huelga en plaza Montt. Iquique, 21 de diciembre de 1907

Huelga en plaza Montt. Iquique, 21 de diciembre de 1907

Grupo de obreros dirigiéndose a la Escuela Santa María, 1907

Grupo de obreros dirigiéndose a la Escuela Santa María, 1907


Obreros detenidos conduciendo sus equipajes, 1908

Obreros detenidos conduciendo sus equipajes, 1908

Primeros movimientos sociales chilenos (1890-1920) 

El movimiento social en Chile, durante el siglo XX, estuvo directamente relacionado con las luchas y reivindicaciones de la masa trabajadora por mejores condiciones de vida y trabajo, y fue a partir de estas luchas que se constituyó en un actor de la vida...

El movimiento social en Chile, durante el siglo XX, estuvo directamente relacionado con las luchas y reivindicaciones de la masa trabajadora por mejores condiciones de vida y trabajo, y fue a partir de estas luchas que se constituyó en un actor de la vida política con una identidad ideológica definida.
En Chile, a fines del siglo XIX, se vivió un período de prosperidad económica que se prolongó hasta la década de 1920, pero que no logró mitigar la situación de pobreza que afectaba a parte importante de la población.
Las primeras manifestaciones del nuevo movimiento social, surgieron en los centros mineros, puertos y ciudades, siendo los artesanos y obreros sus protagonistas y las mutuales, sus organizaciones. Luego, con la transformación de las mutuales en mancomunales o sociedades de resistencia, el surgimiento de partidos políticos obreros y la aparición de líderes sindicales, se inició una etapa caracterizada por un mayor contenido ideológico que radicalizó los postulados del movimiento.
En 1910, ya había más de 400 organizaciones mutualistas y un número creciente de sindicatos de trabajadores de la metalurgia, de empleados ferroviarios y tipógrafos, entre otros. La celebración del 1 de mayo (día mundial del trabajador) fue, año a año, creciendo en convocatoria popular, para llegar a reunir, en 1907, a más de 30 mil personas en las calles de Santiago.
Entre 1902 y 1908, hubo alrededor de doscientas huelgas y la falta de respuestas positivas por parte de las autoridades, provocó una escalada de movilizaciones sociales. La huelga portuaria de Valparaíso, en 1903, lahuelga de la carne, en Santiago, el año 1905, y la masacre de la escuela Santa María de Iquique, en 1907, son ejemplos de las primeras gestas reivindicativas del movimiento social chileno. En ellas hubo participación no sólo de obreros y artesanos, sino también de sus mujeres e hijos. Sin embargo, la masacre producida enIquique frenó esta ola de huelgas.
En 1909, se fundó la Federación Obrera de Chile (FOCH) y en 1912, nació el Partido Obrero Socialista (POS), liderado por Luis Emilio Recabarren, con lo que el movimiento social adquirió mayor consistencia ideológica.
Las primeras reivindicaciones logradas por el movimiento social fueron: el derecho al descanso dominical, mejoras en las viviendas obreras y la Ley de Accidentes del Trabajo. Más tarde, el alto costo de la vida motivó la organización de la Asamblea Obrera de la Alimentación que convocó a las marchas del hambre en Santiago, en los años 1918 y 1919.
Después de 1917, los sindicatos obreros gozaron de un rápido crecimiento, registrándose unas ciento treinta huelgas entre 1917 y 1920, a lo largo de todo Chile. En la región de Magallanes se produjo una gran huelga y los estudiantes universitarios, a través de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), asumieron un rol activo, desde 1920, en las luchas reivindicativas de la clase trabajadora. Por esos años, también comienza la incorporación del campesinado en el movimiento social chileno, que llegó en la década de 1930 a sus años de esplendor.
                 
                                  CARACTERÍSTICAS DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES


      1)Capacidad de Movilización.
      2)Continuidad de la acción colectiva y del conflicto.
      3)Elevada integración simbólica.
      4)Escasa o nula división del trabajo.

      5)La presencia de objetivos laxos.


Capacidad de Movilización:Es la forma de intervención que define al movimiento social, lo que requiere: 1) un tema o cuestión que vulnera intereses muy concretos, muy visibles, muy sentidos; 2) la ausencia o carencia o insuficiencia de respuesta institucional a ese tema/problema/necesidad; 3) la presencia de un colectivo afectado y otro solidario, de una ideología participativa y/o de un sistema de valores contrapuesto; 4) la aparición y mantenimiento de personas y grupos activos y activistas, más o menos creciente; 5) un sentimiento de membresía, de identidad, de emotividad compartida, colectivizada; y 6) la presencia de una red social y/o mediática que al tiempo que consigue movilizar también persigue la identificación, la comunicación, la perpetuación…

Cierta continuidad: Es lo que le diferencia de los grupos espontáneos y le acerca a las asociaciones, organizaciones e instituciones. La continuidad se deriva de la aparición de unas metas muy amplias y de la capacidad de movilización. Sólo las actividades continuas reflejan que un movimiento social aún se mueve. En un extremo, el inmediatismo, es decir, la mera acción espontánea en torno a un tema muy específico, y, en el otro extremo, la institucionalización, o sea, el recurso a actividades formales, suponen la desmovilización y, por tanto, la muerte del movimiento social.

Elevada integración simbólica: El grupo que se constituye como movimiento social se caracteriza por un alto sentimiento de membresía, de la distinción entre nosotros y ellos, entre quienes están a favor y quienes están en contra. Esa conciencia de pertenencia común se desarrolla y se manifiesta a través de la interacción cotidiana, con la acción, con la aparición y desarrollo de nuevos registros culturales, hábitos, palabras, gestos, símbolos, formas de vestir y de expresarse, modales, lenguaje, etcétera. En este sentido se asemejan a las tribus, a las bandas, a los forofos de un equipo, a los fans, e incluso a instituciones tradicionales (iglesias, ejércitos), etcétera.

Escasa o nula división del trabajo: A diferencia de las organizaciones formales, los movimientos sociales muestran poca diferenciación de las tareas. Hay diversidad de formas de participación e implicación debido al carácter informal del vínculo, pero su procedimiento asambleario, participativo, evita la burocratización. Ciertamente, con el crecimiento de miembros y activistas y simpatizantes, así como con el aumento de las demandas/necesidades y de logros, se va haciendo más complejo el movimiento social, surgiendo así cierta división de las tareas y, por tanto, cierta distribución interna del poder, fenómeno nada desdeñable para el analista, pero esa institucionalización constituiría la muerte del movimiento social.

La presencia de objetivos laxos: Por un lado, un movimiento social se circunscribe a unas metas concretas. Pero, por otro lado, su finalidad es el cambio estructural e incluso personal. La articulación de la inmediatez (logros inmediatos) y del cambio global (si no de toda la estructura al menos de elementos cruciales de ella) caracteriza a los movimientos sociales, aunque también supone una tipología de ellos, entre ellos.




martes, 2 de diciembre de 2014


                             ¿Que es un movimiento social?

Algunas apreciaciones:

“Un movimiento social es un actor colectivo que interviene en el proceso de cambio social”.(Rudolph
Heberle, 1951)

“Los movimientos sociales son iniciativas colectivas destinadas a realizar cambios en el orden social”
(Lang y Lang, 1961).

“Son organizaciones sociales destinadas a establecer un orden nuevo en la vida” (Blumer, 1962).

Son esfuerzos colectivos destinados a modificar normas y valores (Smelser, 1962).

Son empresas colectivas para controlar el cambio o para alterar la dirección del cambio” (Lauer, 1976).